Kensho es el crecimiento a través del dolor. Satori es el crecimiento a través del despertar de la conciencia.
Kensho es un proceso gradual que a menudo sucede a través de las tribulaciones de la vida. Una relación se rompe, pero se aprende de ella y tu corazón se vuelve más resistente. Pierdes un negocio, pero usas la sabiduría duramente ganada para comenzar la siguiente. Pierdes tu trabajo, pero aprendes quién eres más allá de tu carrera. Sufres un problema de salud, pero estás descubriendo reservas personales que no sabías que tenías. Kensho es el universo que te da amor por el camino duro.
En pocas palabras: Experimentas algún tipo de dolor o dificultad a través del cual aprendes diferentes maneras de sentir, pensar y ser. Es posible que ni siquiera te des cuenta de estos cambios mientras están sucediendo. Imagina los cambios tectónicos de los continentes. No podemos verlos sucediendo, pero mapeados con el tiempo, está claro que la superficie del planeta ha cambiado.
En cambio, los momentos de Satori son grandes despertares de conciencia que suceden de repente y que te cambian para siempre. Pueden ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar, mientras estás en la naturaleza, escuchando música o viendo arte inspirador, al tomarte de la mano con un ser querido, en un momento de contemplación profunda o estar en una situación de crecimiento personal, como con un terapeuta, un maestro, un Coach o un sanador.
Una vez que has tenido un momento de Satori, las cosas que solían asustarte o detenerte son superadas. Has elevado tu nivel de juego y puedes operar en un plano completamente nuevo. Si tuvieras que trazar tu crecimiento como una línea que representa la calidad de tu vida a través del tiempo, los momentos de Satori se verían como ráfagas repentinas hacia arriba, mientras que la línea de los momentos Kensho comienza con una caída pronunciada que luego se dispara hacia arriba mientras te recuperas y asimilas sus los nuevos aprendizajes.
Así que, como puedes ver, aquí hay un nuevo modelo para entender los problemas que nos pasan en la vida. Podría ser que nuestros problemas no sean más que un susurro amistoso del universo en nuestro oído mientras caminas por la vida: “Oye, estás en el camino equivocado. Echa un vistazo a la vista desde este ángulo».
Detrás de cada problema, hay una pregunta tratando de preguntarse a sí misma.
Detrás de cada pregunta, hay una respuesta tratando de revelarse.
Detrás de cada respuesta, hay una acción que intenta ocurrir.
Y detrás de cada acción, hay un estilo de vida que intenta nacer.
Ese nuevo modo de vida que intenta nacer es «tu vocación». ¿Y quién sabe cómo este llamado podría influir en el mundo y en los que te rodean?
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